jueves, 25 de febrero de 2010

5% de empleos públicos para personas con discapacidad


El diario La Nación reportó el día de hoy que el PASE propuso (con la opinión favorable de nuestra nueva Presidente) que se llene un 5% de las plazas de empleos públicos con personas con discapacidad. ¿Qué impide que cada grupo organizado pida igualmente su cuota? ¿Quiénes "merecen" una cuota y quiénes no?

Este tipo de iniciativas, si bien admitimos que pueden ser propuestas por personas bien intencionadas (al menos en algunos casos), son muy problemáticas ya que (1) crean regímenes especiales que otros grupos organizados intentarán también conseguir y (2) estos regímenes especiales son sufragados por la mayoría no organizada de la población. En temas de empleo público, esto es especialmente preocupante ya que el criterio que debería guiar la contratación es la productividad del trabajador y su ideoneidad para el cargo.

3 comentarios:

  1. Me recuerda a la iniciativa Affirmative Action en los Estados Unidos y cómo en algunos casos resultó en la incapacidad para algunos patronos de contratar a los candidatos mejor calificados para cierto puesto ya que no contaban con la característica específica a la que se refería ese porcentaje, siendo la etnia del solicitante el caso más común. Esto resultó en muchas ocasiones en el cumplimiento de la ley a través de la contratación de un porcentaje de personas de X etnia cuya experiencia para el puesto era mucho menor o casi nula. En estados como Georgia, donde viví muchos años y donde los niveles de deserción colegial y universitaria en las comunidades afroamericanas y latina son gigantescos, esta medida tuvo efectos muy mezclados.

    Otro caso es el de ciertas universidades Estadounidenses donde anualmente cierta cantidad de estudiantes mayoritariamente blancos pierden su cupo de primer inicio debido a que un cierto porcentaje de la matrícula debe ser reservada para estudiantes de grupos étnicos minoritarios. Desgraciadamente si la institución de enseñanza no puede llenar todas las plazas para minorías, tampoco puede ajustar los porcentajes para permitir que más estudiantes de grupos mayoritarios ingresen.

    En el caso de la propuesta del PASE una de las ventajas posibles que veo sería que al tener una mayor población de ciudadanos discapacitados en puestos públicos, esto podría forzar a las instituciones a adecuar aún más sus instalaciones y servicios a las necesidades de esta población.
    Por otro lado, hago eco a su pregunta de quiénes merecen esta cuota y quiénes no. En el caso de la propuesta del PASE se ha definido claramente un espacio a través de la palabra "discapacidad", la cual pinta una imagen más clara que un término como "minoría".

    Soy un fiel creyente en la importancia de la lucha de los grupos sociales minoritarios por sus derechos; el tema de la Ley de Convivencia es un ejemplo perfecto. Sin embargo me preocupa una eventual "moda" de empezar a fragmentarnos más y más como individuos (la ironía de le etimología de esta palabra) en la búsqueda de representación de algún ideal o necesidad.

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  2. Más podría lograr para "igualar" (si esa es la idea) con una estricta aplicación de la ley 7600.

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  3. Don Sergio:

    Muchas gracias por participar. Efectivamente este tema del affirmative action ha estado muy de moda en USA. En Catalaxia creemos que la gente no debería ser objeto de este tipo de clasificaciones, y que debe existir una estricta igualdad ante la ley (no se vale no favorecer ni perjudicar a nadie, TODOS deben tener los mismo derechos y obligaciones).

    Don Ignacio:

    Gracias por participar. La verdad es que desconozco la ley 7600 a profundidad, así que prefiero no emitir criterios acerca de sus bondades.

    Manuel

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